Decoración juvenil

Decoración de una habitación juvenil

La adolescencia es una edad muy difícil. Los jóvenes experimentan muchos cambios hormonales, sus sentimientos se disparan, y las relaciones en casa muchas veces se ven comprometidas. Los jóvenes quieren pasar cada vez más tiempo en su habitación, que se convierte en una especie de santuario. Por ello es importante que adaptemos bien este espacio para que los chicos y chicas se sientan bien en “sus mundos”.

Que se sientan parte de ella

Una de las cosas más difíciles a la hora de decorar a la hora de decorar una habitación de adolescentes es conseguir que ellos se sientan partícipes de ella. Es decir, tenemos que conseguir que ellos se impliquen en la elección de los elementos del dormitorio.

Para hacerlo debemos buscar un equilibrio. Ni dejarles que lo elijan todo ello, porque seguramente el resultado será un dormitorio demasiado colorido, demasiado oscuro o demasiado destartalado, pero tampoco elegirlo enteramente nosotros, porque no lo sentirán como suyo y la rebelión será aún mayor.

Intimidad en su habitación

Ya hemos pasado la etapa en la que tu hijo tenía miedo de quedarse solo y que lo único que quería es tener las luces encendidas o dejar la puerta abierta. Ahora el adolescente quiere su intimidad, tener distancia con sus padres y con el resto de la familia, y sentir que tiene una independencia. Como decíamos, su habitación es su mundo. Y en su mundo, sus reglas.

Esto no quiere decir que le dejemos hacer todo lo que quiera, pero sí que debemos darle un alto grado de independencia. Acostúmbrate a llamar antes de entrar, deja que el orden de su dormitorio lo lleve él (supervísale solo por encima) y, lo que decíamos anteriormente: hazle partícipe de la decoración de su mundo.

Formas de expresión

El adolescente desarrolla sus gustos musicales, la moda o el cine y es posible que para expresar sus nuevas pasiones necesite personalizar su espacio de vida. Hablamos de colgar sus ideas, frases que le gusten, fotos de sus ídolos, de amigos o de sus pasiones, etc.

Para el toque decorativo aprovecha para instalar un “rincón de la fama”, con un tablón en el que pueda colgar todas estas cosas. Si quieres darle un toque aún más especial a esta idea, una pequeña pared de pizarra le permitirá expresarse con total libertad y de una forma muy personal e innovadora. Igualmente existe pintura imantada que permite colgar en ella posters y cosas con imanes.

Recibir a sus amigos

Tu hijo o tu hija seguro que va a querer recibir amigos en su habitación. Para trabajar en grupo, para reírse y escuchar música, pero también para compartir sus cosas en un ambiente privado. Así que crea una habitación acogedora e informal.

A esta edad les encanta sentarse en el suelo, así que acondiciónalo. Alfombras, cojines, pequeños tapices,… En definitiva, ideas para que pueda estar en el suelo cómodamente. Los pufs de bolas son otros elementos que van muy bien con el espíritu adolescente y que les encantará. No es raro que se queden a dormir algún día, así que pues pensar en un moderno sofá cama clic clac.

La elección de los colores

La elección de colores es uno de los aspectos más delicados. En este aspecto el adolescente intenta reafirmar su personalidad y los padres intentan introducir cordura, así que es importante que tratéis el tema con paciencia y, sobre todo, con mucha diplomacia. Aunque quiera un color tan difícil como el negro no desesperes, intenta encontrar un equilibrio aunque sea utilizando su color. Siempre hay solución.

Lo ideal es que vosotros los padres creéis una base de color clara en la que podáis introducir pinceladas del color deseado por el adolescente. De esta forma no agobiaremos ni lo más mínimo, aunque el color elegido sea el negro. Puedes introducirlo en cojines, marcos de las puertas, la ropa de cama, etc. El toque será interesante, ya lo verás.

Si se decanta por colores más brillantes como el rojo, el naranja o el fucsia, asócialos con colores más neutros como el marrón o el beige. Busca en catálogos de ideas, enséñaselos y que coja ideas. No le obligues a mirarlos, pero déjalos en su habitación para que les eche un vistazo cuando quiera.

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